¡Cómo nos engañan!

La publicidad engañosa es aquella que induce o puede inducir a error a sus destinatarios, puede afectar a su comportamiento económico o perjudicar o ser capaz de perjudicar a un competidor. La ley también entiende por engañosa la publicidad que silencia datos fundamentales de los bienes, actividades o servicios, siempre que dicha omisión induzca al error a los destinatarios. Este tipo de publicidad sigue apareciendo en la actualidad, y está regulada por la Ley General de Publicidad, nombrada como publicidad ilicita.

Hoy en día seguimos encontrando ejemplos en temas tan delicados como la caída del cabello (que sufren muchas personas, tanto mujeres como hombres); y temas relacionados con el alcohol. En este último mes se han denunciado a dos marcas por promocionar productos que no cumplen con lo que dicen. Estos son: Alcohol Killer y Champú Ma Evans.

En el primer caso, Alcohol killer, ha sido denunciado por la Agencia Catalana de Consumo (ACC) a pagar 10.000 euros ya que se publicita la bebida como inhibidora del alcohol. Los anuncios en Internet y en locales nocturnos la presentan como "la primera bebida antialcohol del mercado" que combina los beneficios de "la medicina tradicional, la homeopatía, la biotecnología y la investigación farmacéutica" y aseguran que "ayuda a metabolizar el alcohol, disminuyendo sus efectos desagradables, elimina la resaca y protege el hígado". Además, la marca tendrá que publicitar también la multa que le han impuesto. Con estas denuncias lo que quieren, según ha afirmado Jordi Anguera, el director de ACC, es que a las empresas "no les pueda salir a cuenta infringir las normas".

El otro caso, el del champú para el cabello ha sido denunciado por PROFECO (Procuraduría Federal del Consumidor), ya que anunciaba que el producto en cuestión evitaba la caída del cabello y también que mantenía el tinte en el mismo durante más tiempo que si utilizabas otros champús a través de un ingrediente denominado Capilar Protect®. Además también decía la marca del producto que la caída del pelo era debida al uso de tintes, pero que gracias a este champú eso se evitaba. Todas estas cuestiones han sido investigadas por PROFECO y han llegado a la conclusión de que son falsas, ya que no son demostrables. Gracias a esto llegamos a la conclusión de que es una publicidad falsa y engañosa para el consumidor.

Tenemos que tener mucho cuidado cuando vemos los anuncios y compramos determinados productos porque puede ser mentira todo lo que nos cuentan sobre ellos. Lo mejor es confiar en nuestros productos de toda la vida, que son los que nunca nos van a fallar (o casi nunca). Pero gracias, en este caso, a PROFECO y a la Agencia Catalana del Consumo, todos estos anuncios ilícitos son denunciados, y nos llega a los consumidores finales que somos los que vivimos engañados.